viernes, 9 de julio de 2010

Los Terremotos y la 2º Venida de Cristo


Poco tiempo, demasiado poco tiempo pasó desde que nuestros corazones se estremecieron por las tristes noticias que los medios informativos nos hacían conocer, acerca de lo que había ocurrido en Haití; 12 de Enero de 2010, el más fuerte terremoto registrado en la zona desde 1770. El sismo fue perceptible en Cuba, Jamaica y República Dominicana. Sobre el país más pobre de América Latina los efectos han sido devastadores. Los muertos doscientos mil, los heridos doscientos cincuenta mil, y más de un millón de personas sin hogar.


Chile, país de terremotos sufre hoy las consecuencias de haber sido golpeado una vez más por un sismo que estremeció al país el sábado 27/2. La violencia del temblor dice Richard Gross, científico del laboratorio de propulsión de la Nasa, en Pasadena, California, habría movido el eje de figura de la tierra, esto es la línea en torno a la cual está equilibrada la masa del planeta en unos ocho centímetros. Pudo haberse acortado el día terrestre además en 1,26 microsegundos, un microsegundo es la millonésima de segundo. Pánico, muerte, destrucción, desaparecidos, saqueos, robos, palabras que reflejan la angustia por la que nuestros hermanos chilenos están pasando.


El apóstol Pablo, en su carta a los Romanos decía: “Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora” (Rom. 8:22). Pablo, personifica a la creación y nos la muestra como una mujer que espera el día en el que ha de dar a luz. Según él la misma tierra será liberada de la esclavitud causada por la corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios. (Rom. 8:21). Agrega que no solo la creación gime esperando redención”; también nosotros mismos gemimos dentro nuestro esperando nuestra redención” (Rom. 8:23).


Lo que vemos a nuestro alrededor son los síntomas de un planeta que está agotado y que espera ser redimido. Podemos ver en estos acontecimientos el cumplimiento de los anuncios de la Biblia y la próxima venida de Jesucristo.

Entonces esperando ese glorioso día podemos decir como el apóstol “Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?

Cordialmente EP

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